Grooming
Grooming
El grooming y, en su evolución digital, el online grooming (acoso y abuso
sexual online) son formas delictivas de acoso que implican a un adulto que se
pone en contacto con un niño, niña o adolescente con el fin de ganarse
poco a poco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual.
Esta práctica tiene diferentes niveles de interacción y peligro: desde hablar de
sexo y conseguir material íntimo, hasta llegar a mantener un encuentro sexual.
Se trata de un proceso en el que se produce un vínculo de confianza entre
la víctima y el acosador. Este intenta aislar poco a poco al menor, y lo
consigue desprendiéndolo de su red de apoyo (familiares, profesores, amigos,
etc.) y generando un ambiente de secretismo e intimidad.
En el caso del online grooming el abusador envía, a través de un medio
tecnológico, material sexual al niño o niña. Además, se suele hacer pasar por
menor y adapta el lenguaje a la edad de la víctima. Es una violencia igual de
real que la física, pero de la que no se puede huir.
LAS FASES DEL ‘ONLINE GROOMING’
El online grooming incluye una serie de conductas que pueden ser
desordenadas, pero, por lo general, existen patrones de conducta y fases
comunes que vamos a ver a continuación para poder detectarlo y prevenirlo.
1. La creación de un vínculo de confianza. En muchos casos a través de sobornos o
engaños el agresor contacta con la niña o niño y establece el vínculo de confianza.
Para ello normalmente finge otra edad, muy cercana a la de la víctima. Además, puede
que el abusador haga regalos, empatice a un nivel profundo con los niños y niñas
haciendo que escucha sus problemas y aproveche esa información para chantajear
después.
2. El aislamiento de la víctima. En esta fase el agresor persigue arrancar la red de
apoyo natural del menor (familiares, amistades, docentes, etc.) dejándolo
desprotegido. De esta manera insiste en la necesidad de mantener todo en secreto.
3. La valoración de los riesgos. El agresor tiende siempre a asegurar su posición, así
que suele preguntar a la víctima si alguien más conoce su relación e intenta averiguar
quién más tiene acceso al ordenador o dispositivo que utiliza el menor.
4. Conversaciones sobre sexo. Una vez se siente con confianza, el abusador empieza
a introducir conversaciones sexuales de manera paulatina. Busca que la víctima se
familiarice tanto con la temática sexual como con el vocabulario.
5. Las peticiones de naturaleza sexual. Este es el objetivo principal del online
grooming. En esta última fase el criminal utiliza la manipulación, las amenazas, el
chantaje o la coerción para que la víctima le envíe material sexual, relate fantasías
sexuales o la relación culmine con un encuentro físico.
¿CÓMO PREVENIR EL ‘GROOMING’?
Ante un fenómeno tan complejo, la respuesta debe ser integral y la forma más
eficaz de actuar contra la violencia viral se basa en la prevención. Lo más
indicado es intervenir en la educación en positivo a niños, niñas y
adolescentes.
En primer lugar, es necesaria una educación afectivo-sexual, que forme a los
más jóvenes en materia de sexualidad, y al mismo tiempo es importante la
formación en un uso seguro y responsable de las herramientas digitales.
Es esencial tener en cuenta que especialmente en el online grooming el
engaño es lento y no hay consentimiento del niño o niña, no son
conscientes de lo que les ocurre, y no tienen las herramientas adecuadas para
defenderse. Nunca podrá ser culpa de ellos.
En definitiva, la comunicación y la educación afectivo-sexual, juntas con
el apoyo del entorno más cercano a los menores, son las herramientas más
eficaces, tanto para prevenir la violencia, así como para no perpetuar sus
consecuencias a largo plazo.
tengamos mas cuidado de con quien nos relacionamos por las redes
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